Félix Ángel Moreno Ruiz

lunes, 8 de diciembre de 2014

EL BAILE DE LOS PENITENTES de Francisco Bescós

VÍA CRUCIS NEGRO


El baile de los penitentes, editada por Almuzara en su colección “Tapa negra”, es la primera novela del asturiano Francisco Bescós (Oviedo, 1978), que ha sido merecedora del VIII Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona. La historia está situada en el pueblo riojano de Calahorra durante la Semana Santa y aparece dividida en tres partes, que corresponden a los tres días en que se desarrolla la trama: miércoles, jueves y viernes. A su vez, cada parte está formada por fragmentos introducidos por una hora con el fin de orientar al lector en la comprensión del argumento porque Bescós utiliza con profusión la técnica del contrapunto. Este recurso le permite contar con detalle el devenir de varios personajes ―incluido un perro― durante esos tres días hasta que todas las historias confluyen de forma trágica al final de la novela a causa de las actuaciones de sus protagonistas o, sencillamente, por caprichosos avatares del destino.
El punto de partida de la trama es el descubrimiento del cuerpo semienterrado de una adolescente, que ha sido asesinada con una antigua pistola de colección. Del caso se encarga Lucía Utrera ―apodada la Grande por su corpulencia―, teniente de la Guardia Civil de origen cordobés que acaba de aterrizar en el pueblo y que todavía se encuentra en período de adaptación a su nuevo destino. Lo que en un principio parece un ajuste de cuentas entre traficantes ―la familia a la que pertenece la joven se dedica al menudeo de droga― se va complicando progresivamente cuando entran en acción otros personajes ―un mafioso local y sus sicarios, una pareja de toxicómanos, un médico rural, un anticuario o un empresario de la construcción sin escrúpulos― en el escenario de un pueblo repleto de costumbres curiosas ―que quedan retratadas con maestría, sin provocar tedio en el lector―, como las procesiones o el juego de los borregos, en el que se utiliza una mesa de billar modificada para que los varones del lugar apuesten fuertes sumas de dinero en la madrugada del viernes santo.

Francisco Bescós ha sabido construir, con un lenguaje directo ―a veces brutal―, una historia compleja, en la que la trama se dosifica sabiamente y ha convertido en tangenciales vidas que, en apariencia, transcurren paralelas. Pero, sobre todo, en El baile de los penitentes, destacan las innumerables referencias culturales, los guiños a la literatura y al cine negro norteamericanos: el psicópata extraído de las novelas de Jim Thompson, el humor y el azar caprichoso presentes en Fargo de los hermanos Coen, las extrañas relaciones del mundo del hampa retratadas en Pulp Fiction de Quentin Tarantino… Y todo ello para crear una amarga historia de perdedores que viven en la obra su vía crucis particular de sangre y muerte.