Félix Ángel Moreno Ruiz

martes, 21 de junio de 2016

ZONA ZERO EN LOS PEDROCHES de Mikel Murillo

GRANITO SANGRIENTO


Zona Zero en Los Pedroches es la última novela del escritor cordobés Mikel Murillo (Fuente la Lancha, 1986). Cultivador del género fantástico, en esta obra se ha decantado por un subgénero popular muy en boga en la actualidad, el de los muertos vivientes. La historia está situada en la comarca de Los Pedroches en época contemporánea. En la localidad de El Viso, aparecen unos seres extraños que se alimentan de carne humana y que siembran el caos entre la población. Poco tiempo después, la infección se ha extendido irremediablemente y solo sobreviven unos cuantos lugareños, que se han atrincherado en sus casas a la espera de un destino que se antoja trágico.
Con la inquietante y magnífica La noche de los muertos vivientes de George Andrew Romero como telón de fondo y bajo la influencia de series de temática zombie tan emblemáticas como The Walking Dead, Mikel Murillo ha escrito una historia que sigue, punto por punto, los cánones del género: tensión dramática; eliminación, uno a uno, de los personajes como en Diez negritos de Agatha Christie o en Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott; cruentas descripciones repletas de plasticidad; profusa utilización del flashback para que el lector comprenda mejor el tormentoso pasado de los personajes, y un final emocionante y con falso cierre que anticipa una continuación. A todo esto se añaden una localización verosímil y la utilización de personajes reales que hacen, si cabe, más interesante esta obra (especialmente a las personas que conocen el espacio geográfico en el que se desarrolla la trama) y que convierten a Zona Zero en Los Pedroches en una novela de lectura fácil que consigue lo que pretende: entretener al lector aficionado a la serie Z.

sábado, 18 de junio de 2016

MAÑANA, SI DIOS Y EL DIABLO QUIEREN de Julio César Cano

CRÍMENES PROVINCIANOS


Después del éxito de su primera novela policíaca, Asesinato en la plaza de la farola, el escritor barcelonés Julio César Cano (Capellades, 1965) regresa con un nuevo título, protagonizado por el inspector Bartolomé Monfort: Mañana, si Dios y el diablo quieren. La trama, situada en la ciudad levantina de Castellón de la Plana,
se inicia cuando aparecen los cadáveres horriblemente mutilados de dos varones adultos. El comisario Romerales, presionado por el juez, los cargos políticos y la alarma social generada, pide ayuda a Monfort, que se traslada desde Barcelona y se aloja en un hotel hasta la resolución del caso. Con la ayuda de la forense Sonia Trenco, la perspicaz agente Silvia Redó y el no tan listo subinspector Corral, inicia una investigación que lo llevará a recorrer los ambientes más selectos de la ciudad, iglesias, restaurantes y a visitar rincones pintorescos de la provincia como Vilafranca del Cid.
Julio César Cano ha escrito una novela entretenida, cargada de suspense y de tópicos (el policía de pasado turbulento, conflictivo y alcohólico, por poner solo un ejemplo), con continuos giros, que sigue, punto por punto, el guión del thriller anglosajón cuyo antagonista es un asesino en serie; sin embargo, no aporta nada nuevo a la renovación del género negro.

UNA PRIMAVERA DE PERROS de Antonio Manzini

EL NUEVO MONTALBANO


El actor, guionista y director italiano Antonio Manzini (Roma, 1964) ha logrado el éxito editorial con su quinta novela, Non è stagione, título traducido al castellano como Una primavera de perros. El protagonista, que ya había aparecido en dos obras anteriores, es Rocco Schiavone, jubjete de policía romano desterrado en Aosta, una pequeña y tranquila ciudad al norte del país trasalpino, por sus métodos poco ortodoxos. Allí, además de renegar del clima, de destruir una y otra vez sus finos mocasines ―poco aptos para el frío y la lluvia― y de fumar marihuana a escondidas, intenta pasar desapercibido y evitar, en la medida de lo posible, que le salpique la investigación de nuevos casos. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos para conseguirlo, se ve involucrado, una y otra vez, en asuntos turbios que ponen en evidencia que el crimen nos aguarda en cualquier lugar, por muy tranquilo y apacible que parezca. En este último episodio, la investigación de la muerte en accidente de tráfico de dos albañiles  y de la desaparición de una chica de clase acomodada obligará a Rocco a sumergirse de lleno en el mundo de la delincuencia organizada. Escrita con mano firme, la trama atrae la atención del lector desde la primera página porque Manzini, conocedor de las claves para escribir una novela policíaca, demuestra tener oficio y ser un alumno aplicado de Andrea Camilleri, el maestro del género negro italiano.

lunes, 6 de junio de 2016

LA AGENDA NEGRA de Manuel Moyano

MANUAL DE AUTODESTRUCCIÓN


Manuel Moyano (Córdoba, 1963) es un prolífico y reputado autor de relatos, que también ha cultivado la novela fantástica y policíaca con notable éxito. Su última publicación es Agenda negra, una novela corta editada por Pez de plata e ilustrada por Enrique Oria.
La obra, narrada en primera persona por su protagonista, un tal Ulises Roma que oculta su verdadero nombre, cuenta el descenso vertiginoso a los infiernos de un hombre de mediana edad que, tras el fallecimiento de su esposa Lola, víctima de un absurdo accidente de tráfico, abandona su puesto de trabajo, corta cualquier relación con sus hijos y nietos, y se dedica a emborracharse ―un día sí y otro también― con la intención de anestesiar su conciencia, olvidar los recuerdos y buscar una fórmula lenta, pero inexorable, de suicidio. Sin embargo, las brumas del alcohol no le impiden ser testigo un día de un acontecimiento que cambiará su vida: el descubrimiento de una extraña agenda con las tapas negras que contiene una serie de nombres, números de teléfono y unas escalofriantes anotaciones. Ignorando el peligro, víctima de su impulsividad y de los excesos del alcohol, decide llamar a uno de los números y, a partir de entonces, su vida entrará en una espiral de violencia, sangre y demencia que le ofrecerá, no obstante, un motivo para dejar la bebida y regenerarse pues toma conciencia de que, por encima de todo, es más poderoso el instintivo deseo de seguir viviendo que el de dejarse morir.
Como en los relatos fantásticos de Guy de Maupassant o como en el Lazarillo de Tormes, Manuel Moyano utiliza la clásica, pero efectiva, técnica de la analepsis ―el protagonista comienza la historia cuando se encuentra al final de la misma y luego se retrotrae al pasado para, finalmente, cerrar la trama en las últimas páginas de libro― con el fin de otorgar verosimilitud a un relato que, por momentos, parece ser fruto de los delirios de un paranoico, víctima de los efluvios del alcohol. Sin embargo, este halo surrealista y kafkiano  ―a veces asfixiante, a veces terrorífico― que envuelve la trama es todo un acierto narrativo porque consigue que el lector empatice con un personaje que, a priori, tiene escaso atractivo. Con el corazón encogido, asistimos al deambular de Ulises Roma por las páginas del libro, a sus continuas meteduras de pata, a sus borracheras, a sus anhelos y miedos, a sus impulsos irrefrenables, a sus actos cobardes y, a la vez, osados.
Agenda negra es un relato negro, pero también es una novela de aventuras policíacas, un subgénero que estuvo de moda a principios del siglo XX y cuyo máximo exponente es Los cuatro grandes de Agatha Christie. En este tipo de obras, el protagonista lucha contra una sociedad secreta, capitaneada por un ser maquiavélico, que suele ser un demente y que desea, en compañía de sus acólitos y seguidores, llevar el mundo hacia su destrucción. Ahora Manuel Moyano ha tomado el relevo de la escritora inglesa para crear una sólida historia en la que se reflexiona sobre la justicia y lo difícil que es impartirla con imparcialidad.

CRÓNICA DE LOS DÍAS AZULES de Alfonso Cost

TRAS LA INFANCIA PERDIDA


Nada más abrir la última novela de Alfonso Cost (Córdoba, 1963), leemos el verso encontrado en los bolsillos de Antonio Machado tras su fallecimiento en una pensión de Colliure ―“Estos días azules y este sol de la infancia”― y la cita no puede ser más reveladora, no solo del título del libro, Crónica de los días azules, sino del significado global de la obra. El autor cordobés, uno de los impulsores del grupo Mucho Cuento, es, además de un prolífico escritor de relatos, crítico literario y novelista. En esta última faceta, tras publicar en la editorial Almuzara El oro de los dioses (2012), nos entrega ahora un libro que versa sobre la infancia, los recuerdos, el amor perdido, las últimas oportunidades y el oficio de escribir.
Óscar Quintana, el protagonista, es un novelista de cierto éxito que atraviesa una profunda crisis tanto personal ―su relación con Elena, su pareja desde hace veinte años, ha encallado en la rutina y el silencio― como literaria pues es incapaz de continuar la segunda parte de la novela que le ha dado mayor renombre y que su agente le exige de forma apremiante para cumplir el contrato firmado con una importante editorial. Sin embargo, todo cambia el día en que se entera de una terrible noticia: el fallecimiento, en accidente de tráfico, de una amiga de la infancia que luego fue su primer amor, Marian Claus Balaguer, una afamada corresponsal de guerra. El trágico acontecimiento trae consigo la rememoración de unas vivencias que creía ya olvidadas: el paso por el colegio de La Aduana, pionero a comienzos de los años setenta del pasado siglo en la integración en el aula de niñas y niños, y en la aplicación de nuevos métodos de enseñanza. Estos recuerdos y los de su amante fallecida le llevarán a abandonar el encargo editorial y a comenzar una nueva novela que sacará a la luz aquellos años que supusieron la entrada en la adolescencia y el descubrimiento del amor. Con la intención de documentarse, Oscar viaja a Córdoba desde Madrid, donde reside, y allí visita su antiguo centro y conoce a la maestra Isabel Sotomayor, jefa de estudios del colegio, que lo ayudará en la búsqueda del paradero de antiguos alumnos y de Sergio Atienza, un joven profesor de música que había abierto los infantiles ojos de Óscar a una nueva forma de entender el mundo. La investigación va complicándose por momentos y alcanza tintes policíacos cuando el protagonista recibe un paquete con un cuaderno de Marian, en el que, a modo de diario, su autora hace terribles confesiones sobre su trabajo como corresponsal.
Crónica de los días azules es una novela de cierta complejidad técnica, en la que se mezclan tres historias distintas ―la trama principal, situada en la actualidad, varios capítulos de la nueva novela de Óscar sobre su paso por el colegio de La Aduana y fragmentos del diario de Marian― con el fin de conformar un puzle rico y variado, lleno de luces y de sombras, de las vivencias y recuerdos del protagonista, un hombre a la deriva que, sin embargo, es capaz de romper con la monotonía y embarcarse en nuevas aventuras personales y literarias que, aunque no exentas de riesgo, le permitirán dar sentido a su vida. 

LLUVIA DE VERANO de Ahmet Hamdi Tanpinar

METÁFORA DE LA LLUVIA


Aprovechando que son las vacaciones estivales y que está solo porque su esposa e hijos han partido de viaje para visitar a su suegro, Sabri, escritor aficionado, decide embarcarse en una novela que lleva tiempo proyectando. Una tarde de tormenta, mientras se encuentra en la terraza del jardín, aparece una hermosa joven, empapada por la lluvia y pronunciando palabras enigmáticas. El hombre, apiadado y con cierto interés, la invita a pasar dentro de la casa. Allí, ella se pone un vestido de su esposa y comienza a contarle una historia extraña. El protagonista duda de la estabilidad mental de la joven al tiempo que comienza a sentir una peligrosa atracción hacia ella. 
Con este sencillo y sugerente argumento, Ahmet Hamdi Tanpinar (Estambul, 1901-1962) plantea Lluvia de verano, una novela breve (no llega a las noventa páginas) que ha editado de manera primorosa Sexto piso (con ilustraciones de Hassan Zahreddine y traducción del cordobés Rafael Carpintero Ortega) como ya hiciera hace dos años con Paz, la obra cumbre del escritor turco. Si entonces era una pormenorizada y extensa radiografía de la Turquía de los años cuarenta, de una sociedad compleja y en profunda crisis, ahora se trata de unos breves apuntes sobre el alma humana y sus anhelos, sobre el poder de la atracción, sobre la lucha entre el deseo y los principios, sobre la infidelidad. Y todo ello en un ambiente de decadencia modernista, de baños a orillas del Bósforo descritos por la pluma sutil y elegante de un maestro.