Félix Ángel Moreno Ruiz

domingo, 15 de junio de 2014

UNA MADRE de Alejandro Palomas



A VUELTAS CON LA VIDA

Una madre, la última novela de Alejandro Palomas (Barcelona, 1967), publicada por Siruela en su colección Nuevos Tiempos, cuenta la historia de una atípica familia catalana de clase media venida a menos que, tras muchas vicisitudes, se reúne a cenar en Nochevieja. Son seis personas, todas muy singulares, todas con una sorpresa que contar a los demás: Mariela, la madre, después de soportar durante muchos años la tiranía de su marido, un estafador de poca monta, vive ahora divorciada en un apartamento de una urbanización para ancianos; liberada de las ataduras, ha comenzado a disfrutar de la vida con su particular forma de entenderla y tiene pensado marcharse a Cuba para casarse con un jovencito en compañía de una estrambótica amiga. El tío Eduardo, su hermano, es un mujeriego empedernido metido siempre en negocios de dudosa legalidad que anuncia su inminente boda con un transexual portugués. Silvia, la hija mayor, vive volcada en su trabajo en una multinacional farmacéutica después de ver frustrada su vocación de ser madre. Emma, la segunda hija, tras haber perdido a su prometida en un accidente de tráfico, ha rehecho su vida con Olga, que también ha acudido a la cena, y ambas esperan un bebé. Finalmente, Fernando, que da voz al narrador, comparte su soledad con Max, un perro que le regaló su novio Andrés, el día de su ruptura.  

Dividida en cuatro partes, la acción transcurre en varias horas, desde que llegan los invitados a casa de la madre hasta que se marchan de madrugada. Sin embargo, el autor hace un uso continuo del flashback, de los viajes al pasado, para justificar los comportamientos actuales de cada uno de los personajes, lo que le permite realizar un análisis pormenorizado de las relaciones familiares, de la telaraña de sentimientos y de los ajustes de cuentas pendientes. Aunque, por el tema tratado, la novela se presta a la agresividad verbal, Alejandro Palomas bucea en el alma de los personajes, en sus dudas y miserias, con exquisita sensibilidad y, sobre todo, con un gran sentido del humor ―en algunos momentos, las situaciones cómicas llegan a ser hilarantes―, que permiten un final optimista, en el que, a pesar de todas las desgracias vividas, siempre queda la vida como un regalo, un don preciado que se nos ha concedido y del que no se puede huir. La madre, con sus aparentes despistes que ocultan un profundo conocimiento de la naturaleza humana, se convierte así en el elemento vertebrador de la familia, que ilumina la existencia de los hijos. De esta forma, el autor ha logrado realizar una acertada radiografía de la compleja sociedad española actual y de las múltiples relaciones que la conforman.

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