CRÓNICAS DE LA ESPAÑA NEGRA
Juan Madrid (Málaga, 1947) está considerado como uno de los
más reputados cultivadores de novela policíaca en lengua castellana, ganador,
entre otros, del XIV Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones en 2013 con Los
hombres mojados no temen la lluvia. El escritor andaluz fue uno de los
pioneros que, junto a novelistas como Julián Ibáñez, Andreu Martín y los
fallecidos González Ledesma y Vázquez Montalbán, dieron dignidad literaria a un
género que, a finales de los setenta y principio de los ochenta, era marginal
en el panorama literario nacional y escasamente valorado por la crítica. Autor
prolífico, con más de cincuenta obras en su haber entre novelas, libros de
cuentos, narrativa juvenil y ensayo, es el creador de dos personajes
inolvidables para los aficionados a este tipo de literatura: el comisario
Flores ―protagonista de la serie Brigada Central, que alcanzó un gran
éxito en televisión y de la que fue su guionista― y Toni Romano, un antiguo
policía reconvertido en detective que recorre los ambientes más variopintos de
Madrid mientras investiga sórdidos crímenes.
Con motivo del trigésimo quinto aniversario de la aparición
por primera vez de Toni Romano en la
novela Un beso amigo (1980), Ediciones B ha decidido reeditar
algunas de sus obras y ha comenzado con Cuentos completos, un libro
publicado originariamente en 2009, que reúne la narrativa breve escrita hasta
ese momento: Un trabajo fácil (1984), Jungla (1988), Crónicas
del Madrid oscuro (1994), Malos tiempos (1995) y Vidas criminales
(que no había sido editado hasta su inclusión en la recopilación). Este
voluminoso libro de relatos ―ciento diecisiete, exactamente― contiene desde casos
estrictamente policíacos hasta recreaciones literarias de los crímenes más
famosos de la España de la transición democrática ―la matanza de Puerto
Hurraco, el asesinato de los marqueses de Urquijo, el de tres novilleros en una
finca de Albacete cuando toreaban a la luz de la luna o el crimen de Los
Galindos―, pasando por galdosianas radiografías en negro de la sociedad
madrileña y, por ende, de la española. También es variada su extensión, aunque
predomina el cuento breve y algunos son solo apuntes expresionistas de lo más
oscuro de la condición humana. En ellos, el autor no desdeña temas espinosos y
duros como la pedofilia, el maltrato o las aberraciones patológicas, abordados
todos con pasmosa sangre fría y sin contemplaciones. A pesar de que se trata de
relatos escritos en distintas épocas, poseen, como nexos comunes, la maestría
con la que están escritos, el dominio de las técnicas narrativas, la capacidad
de atraer la atención del lector desde la primera línea, que no puede
permanecer impasible ante la terrible realidad descrita en sus páginas.
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