Félix Ángel Moreno Ruiz

domingo, 21 de julio de 2019

LA POETA Y EL ASESINO de Simon Worrall

EL ARTE DEL ENGAÑO


Corre el año 1997. Daniel Lombardo es el responsable de la Biblioteca Jones, en Amherst, ciudad natal de Emily Dickinson, poeta norteamericana del siglo XIX, cuya vida y obra son objeto de atención constante por parte de la crítica anglosajona, que la considera una de las grandes escritoras en lengua inglesa de los últimos ciento cincuenta años. Lombardo se ha enterado de que Sotheby’s, la prestigiosa casa de subastas, va a poner a la venta un poema inédito de Dickinson e, inmediatamente, busca la forma de conseguirlo. Gracias a los donativos de varios mecenas de la ciudad, recauda el dinero suficiente para poder pujar con garantías de éxito. Finalmente, logra hacerse con el manuscrito por una importante cantidad, pero, antes incluso de tenerlo en sus manos, comienzan las dudas sobre su autenticidad. En lugar de pasar página, de ocultar las sospechas, el sentido de la responsabilidad de Lombardo y su vocación detectivesca lo llevan a iniciar una procelosa investigación, llena de dificultades, para rastrear los orígenes del poema hasta que todos los indicios lo conducen a Frank Hofmann (posiblemente el mayor y mejor falsificador de documentos literarios de la historia) y a una verdad aterradora: no solo el manuscrito es falso; además (lo que es aún más grave), probablemente Sotheby’s tenía conocimiento de este hecho cuando lo puso a la venta. 
Así comienza La poeta y el asesino, un true crime (género de no ficción que está cosechando actualmente un gran éxito gracias a las plataformas de televisión de pago) del escritor y periodista inglés Simon Worrall. Como si se tratara de una crónica negra, el autor va desgranando los distintos aspectos de la investigación que incluyen los antecedentes, el crimen en sí y sus consecuencias.  Entre los primeros, se encuentran una despiadada semblanza de Joseph Smith (fundador y primer profeta del mormonismo, a cuya comunidad pertenecía Frank Hofmann), una biografía del falsificador y de los motivos por lo que se convirtió en un asesino en serie, y un retrato de Emily Dickinson y de la época que le tocó vivir. Entre las consecuencias, el reguero de víctimas y damnificados que Hofmann dejó por el camino, el descrédito de profesiones vinculadas con el coleccionismo de libros y manuscritos antiguos (anticuarios, peritos caligráficos y expertos de diversa condición) y la sensación final que tiene Lombardo (y el lector) de que la línea que divide la verdad y la mentira es demasiado tenue y difusa. 
La poeta y el asesino es un libro escrito con sutil ironía y con un estilo ameno y dinámico, que pone el dedo en la llaga al radiografiar las contradicciones de una sociedad que se considera culta y que, al mismo tiempo, se deja convencer con una facilidad pasmosa por cualquier embaucador porque el éxito del todo falsificador radica en la infinita credulidad de la gente y en la avaricia de quienes manejan los hilos, que no tienen reparos ni pudor en ocultar la verdad para enriquecerse.

TRES MUERTOS de Manuel Machuca

A VUELTAS CON LA MEMORIA


Tres muertos es la última obra del escritor hispalense Manuel Machuca (Sevilla, 1963), autor de una interesantísima producción narrativa (que incluye tres libros de relatos y cuatro novelas, una de las cuales, Tres mil viajes al sur, quedó finalista del Premio Ateneo de novela de su ciudad natal) y periodística, por la que ha obtenido el Premio de la Fundación Avenzoar. Dividida en tres partes, la novela narra la historia de una familia andaluza a lo largo de tres generaciones distintas. En la primera, “La mujer del capitán Esmeralda”, es la abuela la que desgrana sus recuerdos mientras su segundo esposo, un comisario de policía apodado el Cabal, está de cuerpo presente. Años más tarde, la primogénita, al enterarse de que ha fallecido su primer novio, entabla un falso diálogo con su marido, que, tras una vida de excesos, se encuentra muy enfermo. Finalmente, en “Hijos del agobio”, es el nieto el que ajusta cuentas con el pasado tras el fallecimiento de su madre, la hija del Cabal, protagonista de la segunda parte. Escrita siguiendo el fluir de los pensamientos de cada personaje, en una especie de monólogo interior, recuerda inevitablemente a Tres horas con Mario de Miguel Delibes porque, al igual que esta, es más que una historia familiar: es una crónica lúcida y mordaz de la España del siglo XX; porque, como en la novela del escritor vallisoletano, se da voz protagonista a la mujer, que se rebela contra una sociedad patriarcal, provinciana, caciquil y clasista, que frustra fatalmente sus ilusiones.

miércoles, 17 de julio de 2019

CONVERSACIONES CON MONTALBANO (yV)

Fazio entra en el despacho del comisario. Su semblante serio lo dice todo.
—Ha muerto Camilleri.
Montalbano se levanta, coge la chaqueta y sale del despacho.
—¿Adónde va, dottore?
—A la trattoria de Enzo. A darle un homenaje.

Que la tierra te sea leve, maestro.

domingo, 14 de julio de 2019

HÚMEDO AGOSTO de Prudencio Salces

INMERSIÓN EN LOS RECUERDOS



Una mujer alquila una cabaña en un idílico paraje de Cantabria para pasar el verano lejos del sur, su tierra de origen. Allí, sin más compañía que su primo Juanito ‒un hombre algo pusilánime y simple, que, al igual que ella, se ha quedado viudo‒, da largos paseos hasta el pueblo más cercano, traba amistad con algunos vecinos, escribe una autobiografía fingida del poeta Miguel Hernández ‒que habría sobrevivido a la tuberculosis y a la cárcel‒ y envía cartas a una amiga, a través de las cuales desgrana los recuerdos de su esposo, que falleció víctima del cáncer, y de su madre, cuya vida es un retrato en sepia de la posguerra: la infancia y juventud en un pueblo andaluz ‒la ficticia y mítica Talbania‒, la pervivencia del primer amor ‒un muchacho que falleció a causa de una paliza por reclamar libertad en los estertores del Franquismo‒ y el descubrimiento de la sexualidad y sus consecuencias con el que luego sería su esposo y padre de la protagonista. Húmedo agosto, la última obra del escritor cordobés Prudencio Salces (Montalbán, 1951), es más que una novela al uso; es un hermoso análisis introspectivo del alma humana y de sus anhelos más íntimos: la soledad, el amor, la amistad, el inevitable paso del tiempo, la nostalgia por lo perdido y el descubrimiento de la pasión en el lugar más insospechado.

jueves, 4 de julio de 2019

CONVERSACIONES CON MONTALBANO (IV)

—Salvo, ¿cómo debe empezar una buena novela negra?
—Con el parte meteorológico del día.
—¿No debería hacerlo con una frase del tipo: "Me cago en tus muertos, cabrón, vas a morir"?
—¡Qué horror!