Félix Ángel Moreno Ruiz

lunes, 8 de diciembre de 2014

EL BAILE DE LOS PENITENTES de Francisco Bescós

VÍA CRUCIS NEGRO


El baile de los penitentes, editada por Almuzara en su colección “Tapa negra”, es la primera novela del asturiano Francisco Bescós (Oviedo, 1978), que ha sido merecedora del VIII Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona. La historia está situada en el pueblo riojano de Calahorra durante la Semana Santa y aparece dividida en tres partes, que corresponden a los tres días en que se desarrolla la trama: miércoles, jueves y viernes. A su vez, cada parte está formada por fragmentos introducidos por una hora con el fin de orientar al lector en la comprensión del argumento porque Bescós utiliza con profusión la técnica del contrapunto. Este recurso le permite contar con detalle el devenir de varios personajes ―incluido un perro― durante esos tres días hasta que todas las historias confluyen de forma trágica al final de la novela a causa de las actuaciones de sus protagonistas o, sencillamente, por caprichosos avatares del destino.
El punto de partida de la trama es el descubrimiento del cuerpo semienterrado de una adolescente, que ha sido asesinada con una antigua pistola de colección. Del caso se encarga Lucía Utrera ―apodada la Grande por su corpulencia―, teniente de la Guardia Civil de origen cordobés que acaba de aterrizar en el pueblo y que todavía se encuentra en período de adaptación a su nuevo destino. Lo que en un principio parece un ajuste de cuentas entre traficantes ―la familia a la que pertenece la joven se dedica al menudeo de droga― se va complicando progresivamente cuando entran en acción otros personajes ―un mafioso local y sus sicarios, una pareja de toxicómanos, un médico rural, un anticuario o un empresario de la construcción sin escrúpulos― en el escenario de un pueblo repleto de costumbres curiosas ―que quedan retratadas con maestría, sin provocar tedio en el lector―, como las procesiones o el juego de los borregos, en el que se utiliza una mesa de billar modificada para que los varones del lugar apuesten fuertes sumas de dinero en la madrugada del viernes santo.

Francisco Bescós ha sabido construir, con un lenguaje directo ―a veces brutal―, una historia compleja, en la que la trama se dosifica sabiamente y ha convertido en tangenciales vidas que, en apariencia, transcurren paralelas. Pero, sobre todo, en El baile de los penitentes, destacan las innumerables referencias culturales, los guiños a la literatura y al cine negro norteamericanos: el psicópata extraído de las novelas de Jim Thompson, el humor y el azar caprichoso presentes en Fargo de los hermanos Coen, las extrañas relaciones del mundo del hampa retratadas en Pulp Fiction de Quentin Tarantino… Y todo ello para crear una amarga historia de perdedores que viven en la obra su vía crucis particular de sangre y muerte.

domingo, 16 de noviembre de 2014

EL VIEJO MUERE, LA NIÑA VIVE de Julián Ibáñez

El viejo muere, la niña vive. Julián Ibáñez

EL OFICIO DE SOBREVIVIR

El viejo muere, la niña vive es la última obra de Julián Ibáñez (Santander, 1940), escritor de culto y unos de los pioneros de la novela negra, que comenzó su carrera literaria en la década de los ochenta cuando esta era un género marginal en España. El protagonista de la historia es Bellón, un desgraciado cuyo objetivo en la vida es sobrevivir, día a día, con los escasos euros que tiene en el bolsillo. Siempre vagabundea a la caza y captura de algún billete que consigue ejerciendo la prostitución, protegiendo a los apostadores en una timba o en una pelea de perros, como confidente de la policía, dando una paliza por encargo o cometiendo pequeños delitos en los que, si se tercia, se defiende con la fuerza de los puños. Nunca ha pasado por la cárcel ni le interesan las armas de fuego, que, para él, son palabras mayores. Es un paria y asume su condición. Sin embargo, un día todo se tuerce. Le encargan que vaya a cobrar una deuda pendiente a un chalet de clase media en Fuenlabrada y, cansado de tocar el timbre sin que nadie lo atienda, decide entrar por una ventana. Registra la vivienda, sustrae algunos objetos y está a punto de ser sorprendido por sus inquilinos, aunque consigue escapar. Luego se entera de que una mujer ha sido asesinada en ese chalet y, partir de ese momento, se ve envuelto en una carrera desesperada por eludir el peligro al tiempo que inicia su particular investigación para esclarecer los hechos y donde demuestra una capacidad innata para caer siempre de pie como los gatos.


Escrita en primera persona, el lector queda atrapado, desde el comienzo, por el punto de vista del narrador, que juzga la realidad desde su particular forma de entender la vida: una mezcla de ironía, humor negro, cinismo y afán de supervivencia. Acompañando a Bellón, a ese trotamundos incansable, el lector deambula por Madrid, una ciudad sucia, de bares cutres, de personajes derrotados y solitarios, de policías corruptos, de buscavidas, en la que todo tiene un precio, incluido el cariño. Ibáñez ha adaptado de forma efectiva el lenguaje a la condición social del personaje y a su código ético, lo que le ha permitido crear un registro muy particular, directo y contundente, en el que el humor aflora de forma continua en escenas verdaderamente hilarantes, pero que esconden una realidad dura y trágica. Al final, es difícil no sentir simpatía por ese personaje zarrapastroso, heredero del pícaro clásico, que, como Lázaro de Tormes, se mueve por una sociedad en crisis y de la que Bellón no es sino la manifestación más evidente de su decadencia. Con la madurez que le otorga la experiencia conseguida con otros personajes similares en novelas anteriores, el autor demuestra con El viejo muere, la niña vive que posee un estilo propio y que se encuentra en un excelente estado de forma.

lunes, 3 de noviembre de 2014

LOS CRÍMENES DEL MONOGRAMA de Sophie Hannah



RESUCITANDO A POIROT 

Era inevitable. Tarde o temprano, los herederos de Agatha Christie iban a sucumbir a la tentación de resucitar a los personajes ideados por la genial creadora de novelas policíacas. El primero ha sido Hercule Poirot, el célebre detective belga, que vuelve a atusarse sus estrafalarios mostachos en Los crímenes del monograma y si, como es previsible, el éxito comercial del libro está asegurado, pronto le tocará el turno a Miss Marple o a los Beresford porque el sonido de la caja registradora es demasiado tentador para dejar escapar semejante ocasión de enriquecerse. Y eso que las historias originales, reeditadas una y otra vez, son todavía una máquina de hacer dinero. Además, la escritora inglesa, fallecida en 1976, tiene el honor de figurar en el libro Guinness como la novelista más leída de todos los tiempos.
Para la ocasión, se ha escogido, con notable acierto, a Sophie Hannah (Manchester, 1971), autora curtida en thrillers psicológicos de la talla de The Carrier, que ha escrito una novela entretenida, bien elaborada, que sigue, punto por punto, la hoja de ruta de cualquier historia salida de la pluma de su compatriota: variedad de personajes interesantes que esconden inconfesables secretos del pasado, una trama apuntalada con innumerables pistas falsas, un final sorprendente, una inteligente dosificación de los crímenes y la consabida escena en la que Poirot reúne a todos los sospechosos y, como un habilidoso prestidigitador, descubre al asesino. Sophie Hannah ha realizado un notable esfuerzo para que el lector se sienta como en casa y para ello ha acentuado los rasgos característicos del protagonista, que en esta ocasión no aparece acompañado de su fiel Hastings, sino de otro escudero, un inspector de policía poco perspicaz y lleno de complejos, llamado Catchpool, que actúa como narrador testigo de una historia tan repleta de tópicos como eficiente: en el Bloxham, uno de los hoteles más exclusivos y elegantes de Londres, aparecen, en distintas habitaciones, los cadáveres de dos mujeres y un hombre que han sido envenenados con cianuro y que tienen, dentro de la boca, sendos gemelos decorados con un monograma. Como es previsible, nadie ha visto nada. Así arranca una obra que engancha desde la primera página.
Sin embargo, a pesar de todos los logros de la novela, que son muchos, desengañémonos: los admiradores de la escritora inglesa perciben de inmediato que ella no ha escrito el libro como tampoco encuentran entre sus páginas al genuino y añorado detective belga, con su cabeza en forma de huevo y sus ojos verdes de gato. Y es que, como él mismo diría, Poirot est unique.

lunes, 20 de octubre de 2014

PAZ de Ahmet Hamdi Tanpinar

 
TURQUÍA, ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE
 
La editorial Sexto piso acaba de publicar, en una cuidada edición, Paz, considerada por gran parte de la crítica como la obra maestra de la literatura turca del pasado siglo. Escrita por Ahmet Hamdi Tanpinar (Estambul, 1901-1962), autor de culto y uno de los más influyentes en la nueva novela otomana, fue publicada por primera vez en 1949 y, al igual que otras obras suyas como El instituto para la sincronización de los relojes, refleja el conflicto de la sociedad turca, presa de un debate permanente entre su afán de modernidad, de occidentalización y su mirada al pasado, a las tradiciones y a la gloria de un imperio que se ha perdido definitivamente.
Esta magna y extensa novela, ambientada en vísperas del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, está dividida en cuatro partes. En la primera, el protagonista, Mümtaz, se encuentra sumamente preocupado por la vida de su primo y mentor, Ihsan, quien ha contraído una grave enfermedad respiratoria y a quien considera su única familia. Mientras espera, con angustia, la evolución del enfermo, rememora su infancia, la muerte de sus padres, la huida del conflicto bélico y el desmoronamiento del imperio otomano tras la Gran Guerra. En la segunda, Mümtaz recuerda su relación con Nuran, su amante, con la que ha roto recientemente: cómo la conoció dos años atrás en un viaje por el Bósforo, cómo se enamoraron, cómo ella dejó a su marido y un matrimonio lleno de sinsabores, cómo encontró con ella la verdadera felicidad, esa que siempre había considerado una quimera. La tercera parte se centra en la relación destructiva que el protagonista mantiene con su amigo Suat, quien termina suicidándose, lo que provoca el fin de la relación entre los dos amantes. Finalmente, en la cuarta parte, asistimos al deterioro mental de Mümtaz que, a punto de sufrir un colapso, busca a un médico que salve la vida de su primo mientras recorre las calles de Estambul, una ciudad caótica y estremecida por una guerra inminente.
Tanpinar ha creado, a través de múltiples historias que se hilvanan en los pespuntes de las anteriores, un mosaico rico y variado que conforma una sociedad compleja y en profunda crisis, atrapada en sus propios fantasmas, en un esplendor que ya no regresará, en el apego a las tradiciones, a la religión, al tiempo que se encamina hacia un futuro cuyo espejo son los países europeos más cosmopolitas. Pero Paz es mucho más que una novela de personajes y de historias. Es, ante todo, una obra de espacios geográficos por los que se realiza un recorrido sentimental y melancólico (el Bósforo, Estambul). Y es, también, una reflexión, acertada y profunda, sobre temas que han preocupado siempre al ser humano: la fugacidad de la vida, la amistad, la fidelidad y el amor.

lunes, 13 de octubre de 2014

LABERINTO DE MENTIRAS de Rafael Escuredo



NADA ES LO QUE PARECE

Laberinto de mentiras es la última obra del escritor y abogado Rafael Escuredo (Estepa, 1944), que acaba de publicar la editorial Almuzara en su colección de novela policíaca Tapa negra. El que fuera primer presidente de la Junta de Andalucía ha cultivado con notable éxito la poesía (Un mal día), el relato (Cosas de mujeres) y el artículo periodístico (Andalucía irredenta), y, sobre todo, la novela, con cinco títulos hasta la fecha, entre los que destaca Leonor, mon amour, con la que obtuvo el Premio Andalucía de la Crítica en 2005.
En esta ocasión, el protagonista es Juan Sobrado, inspector con destino en la brigada de la policía judicial de Madrid, que ya había aparecido en una entrega anterior, El blanco círculo del miedo, donde tuvo que resolver el asesinato de Claudia Morante. Ahora se ve involucrado de lleno en un caso aún más terrible cuando Carlos, uno de los hijos que su esposa Cristina tiene de una relación anterior, le pide que proteja a su novia, una joven china, y a sus padres, que han sido amenazados de muerte. Sobrado se acerca al restaurante que regentan, pero llega tarde: la familia al completo ha sido ahorcada y él recibe un golpe en la nuca que casi acaba con su vida. A partir de ese momento, se inicia una peligrosa investigación que lo llevará a desentrañar, como reza el título, un laberinto de mentiras en el que nada es lo que parece. En un principio, todo apunta a que se trata de otro ajuste de cuentas entre miembros de las mafias chinas que operan en España o de un vulgar caso de extorsión, pero pronto descubre que el asesino ya ha cometido más crímenes similares y que, probablemente, actúa solo. En el proceso de investigación se las tendrá que ver con peligrosos guardaespaldas, miembros del servicio de inteligencia, compañeros vanidosos y jefes incompetentes, al tiempo que inicia un vertiginoso descenso al infierno: Cristina se separa de él, hastiada de que anteponga su trabajo a la vida familiar, y ve impotente cómo su salud se debilita por los excesos y la falta de sueño.

Rafael Escuredo ha escrito una novela con una sólida trama, a medio camino entre la novela negra y la de aventuras, en la que cabe destacar la creación de personajes, de entre los que sobresalen sus protagonistas. Con poderosas influencias anglosajonas, Sobrado es un policía incorruptible e individualista, que oculta su bondad bajo la aspereza y la coraza del mal humor, alcohólico, compulsivo bebedor de café y fumador empedernido a quien le da réplica un asesino despiadado, inteligente y metódico. A eso se añade una sabia dosificación de la acción y de los clímax internos, que culminan en un final espectacular, digno de las mejores novelas negras.

lunes, 6 de octubre de 2014

TEMBLAD VILLANOS de Luis Manuel Ruiz

 
 
CÓMICS Y NOVELA NEGRA
 

En el Transilvania Exprés, un restaurante sevillano de temática gore, es brutalmente asesinado su contable, Martín Merlo. Junto al cadáver ensangrentado, que ha sido destrozado con herramientas de bricolaje, aparecen unas viñetas de Tintín. De esta forma tan rotunda e impactante comienza Temblad villanos, la última novela de Luis Manuel Ruiz (Sevilla, 1973), que ha obtenido recientemente el premio Málaga de novela 2014. De la resolución de este misterioso caso se encarga Esther Béjar, una inspectora que abandona su prometedora carrera en Madrid y se instala en la capital andaluza huyendo de Adán, su esposo, escapista de profesión. La acompañan en la nueva aventura vital su madre, aficionada  a los programas basura de cotilleos, y Tomás, alias el Bicho, un hijo superdotado de cuatro años que prefiere entretenerse leyendo libros científicos en lugar de ver las series de dibujos animados como cualquier niño de su edad. Cuando se presenta en su destino, descubre que la policía sevillana está dedicada en pleno a la caza y captura del misterioso asesino del tobillo, un  criminal en serie que mata a jóvenes a las que previamente les ha cortado el pie y ha violado. Como no hay más agentes disponibles, ella se encarga de la muerte en el restaurante. Sin embargo, lo que en principio parece un asunto sin importancia se convierte en un caso muy complejo cuando aparecen más cadáveres horriblemente mutilados y más viñetas de cómics, ahora de Corto Maltés, Conan el Bárbaro o Blake y Mortimer. Pero Esther no está sola: la acompaña en la búsqueda del asesino su escudero particular, Mo Pardo, un estrafalario personaje, aquejado del síndrome de Diógenes, que tiene un talento innato para los idiomas y un cerebro digno de Sherlock Holmes. Juntos recorrerán desde los lugares más rancios y típicos a los más cutres de la ciudad hispalense en una carrera contra el tiempo.
Luis Manuel Ruiz ha creado un pastiche de diversos subgéneros narrativos (negro, de aventuras, de suspense), en el que es posible rastrear influencias claras del thriller americano. A pesar de que se trata de una novela de género, el autor no ha descuidado el estilo; al contrario, ha dotado a la voz del narrador de una particular mirada, no exenta de lirismo, que basa su principal arma en el humor, la ironía y los juegos literarios. Esto hace de Temblad villanos una novela solvente, bien escrita, llena de situaciones hilarantes (magistrales son las escenas en las que la madre ve en la televisión Sálvame, el programa que conduce Jorge Javier Vázquez), de continuos giros en la trama, en la que destaca, por encima de todo, el retrato de personajes, tanto de ficción como reales, aunque, a veces, no aparezcan con su verdadero nombre.

lunes, 30 de junio de 2014

LA CÁMARA SANGRIENTA de Angela Carter


ALGO MÁS QUE UN CUENTO INFANTIL


La periodista y novelista británica Angela Carter (Eastbourne, 1940), fallecida prematuramente en 1992, está considerada como una de las más reputadas escritoras de literatura fantástica en lengua inglesa. Autora de novelas de éxito comercial ―algunas, como La juguetería mágica, han sido llevadas al cine―, escribió también varios libros de relatos. Precisamente, la editorial Sextopiso acaba de editar en España La cámara sangrienta ―cuyo título original, cuando apareció en 1979 por primera vez, era La cámara sangrienta y otros cuentos―, un conjunto de relatos que versionan varios de los cuentos fantásticos y de hadas más conocidos de la Literatura tradicional. Así, el que da título al libro es una adaptación de Barba Azul de Charles Perrault; en El cortejo del señor León y en La novia del tigre, se hace lo propio con La Bella y la Bestia de Beaumont; El gato con botas versiona el relato homónimo de Perrault; en La dama de la casa del amor, encontramos los ecos de Drácula de Bram Stoker; El hombre lobo y La compañía de los lobos son una interesante revisión de Caperucita roja de los hermanos Grimm; en Lobalicia, relato que cierra el libro, se aborda el tema de la licantropía, presente ya en Las metamorfosis de Ovidio. En total, son diez cuentos de extensión variable: el primero, La cámara sangrienta, podría considerarse una novela breve; por el contrario, La niña de nieve posee la sugerente brevedad de un microrrelato. Sin embargo, es posible atisbar en todos ellos algunos elementos comunes. En primer lugar, la autora da una vuelta de tuerca al cuento tradicional pues lleva a cabo una relectura con finales originales y giros sorprendentes. También hay un novedoso cambio de perspectiva: el personaje femenino se convierte en la voz del narrador, deja de ser un mero objeto pasivo y adquiere un papel primordial en la historia. Por otra parte, el ambiente erótico impregna todos los cuentos y les otorga un aire de decadencia con claros influjos del marqués de Sade. Además, Angela Carter profundiza en la atracción morbosa que tiene el ser humano por lo aborrecible, por lo monstruoso, y en los mecanismos del subconsciente que desencadenan esa atracción. Esto lo consigue, en parte, gracias a una cuidada ambientación gótica que convierte el terror en un elemento constante en las narraciones. Y todo ello elaborado con bellas imágenes, con una prosa densa, parsimoniosa, que se complace en los detalles. A estos logros se añaden la cuidada edición de Sextopiso y las sugerentes ilustraciones de la chilena Alejandra Acosta, que convierten La cámara sangrienta en un libro cuya lectura resulta imprescindible, no solo para los amantes de la literatura fantástica, sino para cualquier aficionado a la buena literatura.

domingo, 15 de junio de 2014

UNA MADRE de Alejandro Palomas



A VUELTAS CON LA VIDA

Una madre, la última novela de Alejandro Palomas (Barcelona, 1967), publicada por Siruela en su colección Nuevos Tiempos, cuenta la historia de una atípica familia catalana de clase media venida a menos que, tras muchas vicisitudes, se reúne a cenar en Nochevieja. Son seis personas, todas muy singulares, todas con una sorpresa que contar a los demás: Mariela, la madre, después de soportar durante muchos años la tiranía de su marido, un estafador de poca monta, vive ahora divorciada en un apartamento de una urbanización para ancianos; liberada de las ataduras, ha comenzado a disfrutar de la vida con su particular forma de entenderla y tiene pensado marcharse a Cuba para casarse con un jovencito en compañía de una estrambótica amiga. El tío Eduardo, su hermano, es un mujeriego empedernido metido siempre en negocios de dudosa legalidad que anuncia su inminente boda con un transexual portugués. Silvia, la hija mayor, vive volcada en su trabajo en una multinacional farmacéutica después de ver frustrada su vocación de ser madre. Emma, la segunda hija, tras haber perdido a su prometida en un accidente de tráfico, ha rehecho su vida con Olga, que también ha acudido a la cena, y ambas esperan un bebé. Finalmente, Fernando, que da voz al narrador, comparte su soledad con Max, un perro que le regaló su novio Andrés, el día de su ruptura.  

Dividida en cuatro partes, la acción transcurre en varias horas, desde que llegan los invitados a casa de la madre hasta que se marchan de madrugada. Sin embargo, el autor hace un uso continuo del flashback, de los viajes al pasado, para justificar los comportamientos actuales de cada uno de los personajes, lo que le permite realizar un análisis pormenorizado de las relaciones familiares, de la telaraña de sentimientos y de los ajustes de cuentas pendientes. Aunque, por el tema tratado, la novela se presta a la agresividad verbal, Alejandro Palomas bucea en el alma de los personajes, en sus dudas y miserias, con exquisita sensibilidad y, sobre todo, con un gran sentido del humor ―en algunos momentos, las situaciones cómicas llegan a ser hilarantes―, que permiten un final optimista, en el que, a pesar de todas las desgracias vividas, siempre queda la vida como un regalo, un don preciado que se nos ha concedido y del que no se puede huir. La madre, con sus aparentes despistes que ocultan un profundo conocimiento de la naturaleza humana, se convierte así en el elemento vertebrador de la familia, que ilumina la existencia de los hijos. De esta forma, el autor ha logrado realizar una acertada radiografía de la compleja sociedad española actual y de las múltiples relaciones que la conforman.

LA FELICIDAD CONYUGAL de Tahar Ben Jelloun

Portada


AJUSTE DE CUENTAS


La felicidad conyugal es la última novela de Tahar Ben Jelloun (Fez, 1944), uno de los escritores marroquíes con mayor proyección internacional, premio Goncourt por La noche sagrada. La obra está dividida en dos partes: en la primera, titulada El hombre que amaba demasiado a las mujeres, el protagonista es un pintor afamado que, víctima de un ictus, se ve postrado en una silla de ruedas en el esplendor de su carrera. Inicia entonces un proceso lento de recuperación en su mansión de Casablanca, en el que aprovecha para hacer un recorrido por su vida, por las experiencias amorosas y, en especial, por su matrimonio. Casado con una mujer de origen humilde y de fuerte carácter, el artista indaga en las razones del fracaso de su relación y en las diferencias irreconciliables que han conducido a una situación insostenible donde la única solución es el divorcio. En la segunda, Mi versión de los hechos, la esposa, que ha encontrado el manuscrito del pintor con sus confesiones, responde, punto por punto, a las críticas vertidas en él y da su propia versión de los hechos. Finalizada la novela, el lector tiene la sensación de que el autor ha logrado transmitir con gran naturalidad una verdad evidente: en las relaciones de pareja que han fracasado siempre hay dos puntos de vista. Pero Ben Jelloun va más allá en sus reflexiones: cuando, a pesar de todo, se decide continuar con la relación, prevalecen unos intereses que nada tienen que ver con el amor y sí con la consideración del matrimonio como una institución.

domingo, 8 de junio de 2014

LOS LANZALLAMAS de Rachel Kushner




DESMITIFICANDO EL PASADO


Los lanzallamas es la segunda y premiada novela de Rachel Kushner (Oregon, 1968), una de las nuevas promesas de la narrativa femenina norteamericana. Ambientada en el Nueva York de los años setenta del pasado siglo, está protagonizada por Reno, una joven inteligente, perspicaz y madura, que, después de terminar sus estudios en la universidad, se instala en la ciudad de los rascacielos para llevar a cabo un viaje de iniciación artística y vital. Allí entra en contacto con un conjunto de personajes variopintos que forman la vanguardia intelectual de la ciudad. Entre ellos se encuentra Sandro, un joven italiano miembro de los Valera, una familia de industriales de origen milanés que es conocida en todo el mundo por sus deportivos y sus motos de gran cilindrada, y con el que mantiene una intermitente relación sentimental. Esto le permitirá a la joven viajar a Italia, donde entrará en contacto con un país conmocionado por la corrupción política, las huelgas y los atentados terroristas de las brigadas rojas. Aunque en la novela aparecen diversos espacios geográficos de Estados Unidos y de Europa ―Reno, el salar de Bonneville en Utah, Suiza, Roma, Milán, Florencia―, que reflejan un mundo en crisis ―el de los convulsos años setenta―, la verdadera protagonista es, sin duda, Nueva York, una ciudad que ha perdido su tejido industrial, sucia, anárquica, en declive, pero que es la preferida por la nueva generación de intelectuales y artistas surgida de las cenizas de la guerra de Vietnam y del movimiento hippie: gente despreocupada, que emplea la mayor parte de su tiempo en buscar nuevas sensaciones, violenta, con una atracción morbosa por las armas y por lo todo lo prohibido.

Rachel Kushner utiliza con notable acierto la intercalación de tramas con las que conforma el complejo puzle que constituye la novela. La voz narrativa en primera persona de Reno se mezcla con la del narrador omnisciente que cuenta la historia del clan Valera, desde sus inicios ―cuando su fundador era un joven ambicioso que participaba en la primera guerra mundial, en el movimiento futurista o en el incipiente fascismo― hasta el momento en que se convierte en una da las familias industriales más pujantes del país transalpino. En este viaje al pasado, el lector asiste sobrecogido al devenir de unos personajes sin escrúpulos, que están dispuestos a todo, incluido el crimen, para conseguir sus objetivos. Pero, quizás, el mayor logro del libro sea la mirada abierta e irónica de Reno, de la que se sirve la autora para ofrecernos una visión desengañada de unos años mitificados posteriormente, en los que el genio se mezclaba con la desorientación de una generación atrapada en el sexo, las drogas y la velocidad.

ACER NIGRUM de Daniel Pérez Morales

   ACER NIGRUM, DANIEL PÉREZ MORALES


LA MIRADA DEL ASESINO


En los bosques canadienses, salvajes y poblados de arces, comienzan a aparecer cadáveres de mujeres horriblemente desfiguradas y con evidentes signos de tortura. Isabelle Lamaire, policía inteligente y responsable, se hace cargo de la investigación y pronto se da cuenta de que debe atrapar a un asesino múltiple, peligroso y despiadado, que puede volver a actuar en cualquier momento. Pero este no es su único problema: se jubila su compañero y le asignan, como sucesor, a Noah Page, un antiguo miembro de las fuerzas especiales, alcohólico y violento. Además, deberá luchar contra la presión de la prensa, la angustia de los padres de las víctimas y la mediocridad de sus superiores. Cuando la joven Claire Nelligan desaparece, Isabelle comprende de inmediato que el asesino ha salido de su madriguera y que la investigación se ha convertido en una lucha desesperada contra el tiempo. 
Con este argumento, Daniel Pérez Morales (Madrid, 1974) ha escrito una novela solvente, en la que la acción, el terror y el suspense están dosificados con maestría. La utilización de escenas simultáneas que dan voz a Isabelle,  a Noah, a la joven secuestrada y al asesino, crea una sensación de angustia en el lector, que queda atrapado por la trama desde el inicio de la historia, cuando dos corredores encuentran el primer cadáver semienterrado en el bosque de Emmerin, un idílico pueblo que guarda con celo oscuros secretos.

lunes, 12 de mayo de 2014

CASANOVA Y LA MUJER SIN ROSTRO de Olivier Barde-Cabuçon



INTRIGAS VERSALLESCAS

En el Paris de 1759, en pleno reinado de Luis XV, se produce una serie de misteriosos crímenes cometidos contra mujeres que aparecen asesinadas en plena calle con el rostro desollado. Del caso se encarga el caballero del Volnay, comisario de las muertes extrañas. Este policía, incorrupto e  independiente, investiga todos los crímenes curiosos que ocurren en la ciudad del Sena y tiene plenos poderes para ello desde el día en que Damiens, un fanático justiciero, intentó asesinar al rey y Volnay se lo impidió. El comisario no está solo en su trabajo: cuenta con la ayuda de un monje hereje, mitad alquimista, mitad espadachín, que se encarga de realizar las autopsias y de estudiar, con criterios científicos, las pruebas que van apareciendo. Junto al cadáver de Hervé, la primera víctima, Volnay descubre una carta que implica directamente a Luis XV en el crimen. También descubre que varios personajes oscuros están dispuestos a todo para conseguirla. El policía y su ayudante se ven envueltos en una peligrosa conspiración en la que están implicados los miembros del Partido Devoto ―con el siniestro Ofag y su esbirro Wallace a la cabeza―, el conde Giacomo Casanova, la marquesa de Pompadour, amante favorita del rey, el conde de Saint-Germain y los miembros de la temible Hermandad de la Serpiente. Además, Volnay ha de luchar contra sus propias convicciones porque, por una parte, como buen funcionario, debe fidelidad al rey y, por otra, es un hombre íntegro que observa con horror los desmanes y la depravación del monarca.

Con estos mimbres, el francés Olivier Barde-Cabuçon construye en este primer caso del comisario Volnay ―el segundo, titulado Misa negra, será publicado en breve también por la editorial Siruela― una historia repleta de conspiraciones, intrigas y traiciones, en las que se ven envueltos personajes reales y ficticios. Sin llegar a ser una novela histórica, el autor ha sabido ambientar la trama en las postrimerías del absolutismo monárquico y retratar con acierto aquellos peligrosos años previos a la Revolución Francesa. Además, no cae en el error ―frecuente en este tipo de obras― de insertar extensas y aburridas digresiones, aunque sí aparecen abundantes explicaciones sobre costumbres y lugares de la época. Otro acierto es la sabia mezcla entre novela policíaca ―con sus sospechosos habituales, sus vueltas de tuerca y su final sorprendente―  y de aventuras. Y es que Casanova y la mujer sin rostro es una digna heredera de las novelas de capa y espada de Alejandro Dumas ―inevitablemente, muchos pasajes recuerdan a la saga de Los tres mosqueteros, cuyo principal referente en España es la serie protagonizada por el capitán Alatriste, el personaje surgido de la pluma de Pérez Reverte.

domingo, 4 de mayo de 2014

LOS MALETINES de Juan Carlos Méndez Guédez

                                          

ÉRASE UNA VEZ... CARACAS

Los maletines es la última novela de Juan Carlos Méndez Guédez (Barquisimeto, 1967), escritor venezolano afincado en España. El protagonista de la historia es Donizetti, un  periodista mediocre que trabaja en Caracas para una gris agencia de noticias estatal, donde se ocupa de la sección de sucesos. Su vida personal es complicada: casado con Verónica, que tiene una hija de un matrimonio anterior, está obligado a pasar una elevada pensión a su ex esposa y a su hijo, y mantiene esporádicas y frustrantes relaciones con Marjorie, una amante ocasional. Con un sueldo miserable y para paliar su precaria situación, decide aceptar un trabajo peligroso: de vez en cuando traslada sin hacer preguntas un enigmático maletín desde Venezuela a un país extranjero (España, Italia, Francia, Irán, Rusia). Sin embargo, un día todo se tuerce: alguien intenta robárselo en Roma y, a partir de ahí, se desencadena una serie de sucesos que van a llevar al periodista a descubrir el contenido del maletín y el verdadero motivo de sus viajes. En un paulatino y vertiginoso descenso a los infiernos, Donizetti se topa con Manuel, un antiguo amigo de la infancia, que es otro perdedor nato: perseguido por su condición de homosexual, ha sido expulsado de la radio donde triunfaba como locutor y malvive trabajando en la zapatería familiar. Sin nada que perder, los dos deciden aunar sus fuerzas para dar el golpe de su vida: se quedarán con el contenido de uno de los maletines, lo que les permitirá dejar atrás una vida indigna. A partir de ese momento, se inicia una peligrosa aventura, llena de imprevistos, que los llevará por varios países hasta terminar en Madrid.

Juan Carlos Méndez ha creado una novela vertiginosa, en la que la acción continua atrapa al lector desde la primera página y lo conduce, repleta de sobresaltos, hasta el final. Las vicisitudes de Donizetti, antihéroe clásico, suscitan la empatía y, al mismo tiempo, la angustia porque es incapaz de defenderse en una Caracas hostil, invadida por espías cubanos, mafiosos rusos y paramilitares, en la que nadie es quien dice ser y todos se traicionan. Escrita en asaltos o rounds, como si de un combate de boxeo se tratase, se alterna la tercera voz del narrador, que cuenta la historia, con la primera de Manuel, recurso que permite contemplar la historia desde distintas perspectivas. Como en las mejores novelas negras, en Los maletines hay una ácida crítica que retrata una sociedad, la venezolana de los últimos años de Hugo Chávez ―cuyo nombre no aparece, pero cuya presencia se hace presente de forma insoportable a lo largo de sus páginas― que el autor conoce bien: violenta, caótica, en la que el ejercicio de sobrevivir se convierte en un auténtico milagro.

EL CORAZÓN DE LA PIEDRA de José Mª García López

                                       

DE MÚSICA E HISTORIA

El poeta y novelista José Mª García López (Ávila, 1945) ha recreado en El corazón de la piedra los convulsos años que agitaron Europa a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. A través de la mirada privilegiada de la archiduquesa Margarita, hija del emperador Maximiliano II de Habsburgo, recluida en el convento de las Descalzas Reales de Madrid por voluntad propia, el lector asiste a los acontecimientos más importantes de la época como la batalla de Lepanto o la desastrosa aventura de la Armada Invencible. Mediante la analepsis, la acción se traslada al pasado y desfila por la novela un sinfín de personajes de la política y de las artes durante el reinado de los Austrias: Cervantes, Arcimboldo, Tomás Luis de Victoria... Este último se erige en verdadero protagonista del relato cuando la narradora vincula sus recuerdos personales a los del humanista abulense en un recorrido por la música de los Siglos de Oro. El corazón de la piedra es una novela escrita sin diálogos, a modo de memorias, repleta de detallados datos históricos y de curiosas anécdotas. En ella, el autor ha reflejado con notable acierto la forma de pensar y de escribir de una mujer de la época, culta, perspicaz y humilde. Mención aparte merecen las agudas reflexiones metaliterarias que se hacen sobre obras cumbres de la literatura española como El Quijote y La Celestina.

domingo, 27 de abril de 2014

EL AMANTE DE LA MUJER ÁRBOL de Xavier B. Fernández

                                                                         

AVENTURAS TREPIDANTES

El amante de la mujer árbol, la novela del escritor y periodista Xavier B. Fernández (Barcelona, 1960) que ha obtenido recientemente el XV Premio Unicaja de novela Fernando Quiñones, es un homenaje a los relatos clásicos de aventuras. El protagonista es Liberto Mijaíl, un anciano que vive en un asilo de su Asturias natal a la espera de la muerte. Para evitar el aburrimiento, decide escribir sus memorias con las que inicia el repaso por una intensa vida repleta de sucesos, que se inician durante la revolución de Asturias de 1934, cuando el joven minero anarquista tiene dieciséis años. Después de ser capturado por el ejército, pasa por la prisión Modelo de Barcelona, de la que sale al estallar le Guerra Civil, en la que participa activamente, primero como conductor de un coche sanitario y luego como soldado en la batalla del Ebro. Cuando, finalmente, el gobierno republicano pierde la contienda, se dirige a Francia, donde es encerrado en un campo de concentración, del que logra escapar después de matar a uno de los guardianes. Con la ayuda del embajador mexicano, huye a Hispanoamérica y allí inicia un periplo por diversos países ―México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia, Venezuela― hasta que termina instalándose en Marabá, en el corazón del Amazonas brasileño, donde comparte su vida con una india yanomani y se hace amigo de personajes  tan singulares como un cura partidario de la teología de la liberación, un nazi huido y una enigmática mujer, aquejada de acromegalia, a la que los nativos llaman la mujer árbol. Sin embargo, la tragedia se desencadena cuando un minero descubre una pepita de oro y toda la zona es invadida por los desesperados garimpeiros, que traen la destrucción y la muerte a la comunidad indígena. Hastiado de luchar, Liberto decide regresar a España, un país que ya no reconoce y en el que se siente desarraigado.

Xavier B. Fernández ha construido una sólida novela en la que predomina el argumento y el placer de narrar a la antigua usanza: acción continua no exenta de escenas crudas, abundantes descripciones, cambios frecuentes de ambiente y multitud de personajes. Al leer las aventuras del jovencito Liberto en la revolución asturiana es inevitable recordar las vividas por el Zalacaín barojiano o por los personajes de la trilogía sobre la Guerra Carlista de Valle-Inclán. Sin embargo, El amante de la mujer árbol no es solo una entretenida novela pues encierra abundantes reflexiones éticas: el protagonista, desde su militancia anarquista, es un hombre de acción que observa la realidad de forma crítica e irónica, lucha contra lo que considera injusto y, frecuentemente, para salvar la vida o para ayudar a los demás, se ve obligado a llevar a cabo actos que están en contra de sus principios.

lunes, 7 de abril de 2014

DESPUÉS DE LA MÚSICA de Javier Cárdenas


                                         DESPUÉS DE LA MÚSICA,  de Jesús Cárdenas

EL DOLOR DE VIVIR

En Después de la música, Jesús Cárdenas (Sevilla, 1973) trata con exquisita sensibilidad los temas que angustian al ser humano. El poemario está dividido en cinco partes, que guardan estrecha relación entre sí. En la primera, El rescate en otras palabras, el autor reflexiona sobre el dolor, la soledad, el silencio y el paso del tiempo. En la segunda, Vías de escape, se busca un sentido a la vida a través de la huida (al campo, al mar), del conocimiento (las miradas de desconocidos) o de los recuerdos (las fotografías). En la tercera parte, El otro infierno puede ser posible, se impone la cruda realidad de la existencia: el desamor, la rutina, las ocasiones perdidas, la vida como un combate de boxeo en el que solo cabe la derrota, la despedida y el olvido. En Demasiado espacio, el poeta ahonda en el sufrimiento, en el fracaso (las cenizas) y en la nostalgia de lo que ya no existe. Finalmente, en Un cielo cegador, Cárdenas aborda con serenidad el absurdo de vivir, la melancolía y la despedida machadiana, ligera de equipaje. Este rico universo temático está tratado con una madurez que no decae en ningún momento: por los versos transita una voz propia, elegante, sin estridencias ni algaradas formales, que trabaja el verso buscando la palabra precisa y la aparente sencillez al tiempo que resuenan abundantes ecos literarios.

martes, 1 de abril de 2014

EL ADOQUÍN AZUL de Francisco González Ledesma



MEMORIA DEL OLVIDO

González Ledesma (Barcelona, 1927), uno de los grandes cultivadores del género negro en España, ha vuelto. Y lo hace con una novela breve, casi un relato, que ya había aparecido hace unos años en una colección que promocionaba una revista y que ahora publica la editorial Menoscuarto en una cuidada edición. El protagonista de esta historia es Montero, un joven poeta que, en los primeros y terribles años de la posguerra, escribe versos y conspira contra el régimen franquista. Un día, cuando asiste a una reunión clandestina, la policía irrumpe en el local. Montero consigue escapar de la redada, pero recibe un tiro en la cadera. Sangrando, casi arrastrándose, tropieza con un coche en el que viaja una mujer misteriosa que lo recoge y lo traslada a un piso. Allí, además de curarse de las heridas, descubre que Ana, su benefactora, es la esposa de uno de los jefes de la policía encargada de la represión política. Ponce, que así se llama el marido, es un hombre cruel y un fiel servidor de la dictadura, que está dispuesta a utilizar todos los mecanismos represivos para acallar cualquier atisbo de rebeldía. Hastiada de ese mundo y, a la vez, atrapada en él, Ana utiliza el apartamento como un oasis en el que poder escribir y refugiarse de tanta miseria. Allí permanece el poeta mientras sana la herida, oculto, sin poder ver siquiera la calle por temor a ser descubierto. Durante los meses de convalecencia, se inicia entre los dos jóvenes una historia de amor imposible, que se desmorona brutalmente cuando Ponce irrumpe en el piso y viola a Ana mientras Montero está oculto bajo una pila de ropa sucia. El poeta logra huir a Estados Unidos y, años después, con la llegada de la democracia, regresa a Barcelona para reencontrarse con la mujer. Sin embargo, los únicos recuerdos que tiene del piso en el que vivió su historia de amor son un adoquín pintado de azul por una niña, una fachada  decorada con estatuas y el sonido del tranvía. Durante varios años, aprovechando las vacaciones, recorre la ciudad con un plano intentado localizar el edificio, que se convierte en una obsesión, en un rayo de luna becqueriano e ilusorio mientras, inexorablemente, va envejeciendo y perdiendo la memoria y el sentido de la realidad. Cuando, por azares del destino, encuentra a la mujer, ya es demasiado tarde para los dos.
Un adoquín azul es una historia de decepciones, de desengaños, de sueños truncados por la más amarga realidad en la que la verdadera protagonista es la Barcelona “caótica, convulsa, sucia, viciosa y, por lo tanto, fascinante” de la posguerra. Y es también una novela bien escrita, con momentos líricos de gran intensidad y escenas de extremada crudeza y realismo, llevados con temple por la sabia mano de un maestro curtido en mil y una batallas literarias.

lunes, 3 de marzo de 2014

EL HÉROE DISCRETO de Mario Vargas Llosa

                                            

EL OTOÑO DEL ESCRIBIDOR

Tras tres años de silencio, Mario Vargas Llosa vuelve a publicar una novela. Si en El sueño del celta se adentraba en la vida de un personaje histórico, Roger Casement, para relatarnos las atrocidades cometidas por el colonialismo belga en el Estado Libre del Congo, propiedad de Leopoldo II, y la explotación a la que se veían sometidos los indígenas de la selva amazónica a manos de las compañías caucheras, ahora, con El héroe discreto, el escritor peruano retorna a su tierra para contarnos dos historias de personajes sencillos y anónimos.
En una de ellas, asistimos a las tribulaciones de Felícito Yanaqué, hombre hecho a sí mismo y propietario de una próspera empresa en Piura, Transportes Narihualá. Un mal día, recibe una carta anónima en la que se le conmina a pagar una cierta cantidad de dinero a cambio de protección. En lugar de aceptar el chantaje, decide rebelarse y denunciarlo públicamente en un periódico y ante la Policía pues la máxima de su existencia es no dejarse pisotear por nadie. Esta osadía traerá graves consecuencias al protagonista y a todos los personajes que lo rodean: su esposa, Gertrudis; sus hijos, Miguel y Tiburcio; su amante, Mabel. Narrada en forma de una investigación policial, la trama nos revela una historia de infidelidades, de odio, de traición y, sobre todo, de desengaño.
El otro relato se sitúa en Lima y tiene como protagonista a don Rigoberto, gerente de una compañía de seguros. A punto de jubilarse anticipadamente, recibe una sorprendente e inesperada propuesta de su jefe, Ismael Cabrera: ser testigo de la boda con su criada, Armida. Tal decisión, aparte de ser un escándalo mayúsculo en la alta e hipócrita sociedad limeña, supone recibir los ataques de sus dos hijos, Miki y Escobita, crápulas juerguistas y vividores a los que había echado de la empresa por sus continuos escándalos y que ahora ven peligrar su herencia. Tras la boda, Ismael y su esposa parten de viaje de luna de miel y Rigoberto se queda solo ante el peligro. Además, tiene que solventar otro problema doméstico: su hijo, Fonchito, está atravesando la etapa difícil de la adolescencia y le ha confesado que tiene encuentros con un personaje misterioso, Edilberto Torres, que nadie más ha visto. Temeroso de que esté padeciendo trastornos mentales, consulta con una psiquiatra infantil y con un cura.
Divididas en fragmentos, las dos historias avanzan simultáneamente y con este recurso se consigue que la atención del lector no decaiga. Además, Vargas Llosa es un maestro en armar historias con multitud de referencias culturales e históricas, con personajes secundarios atractivos como el de Adelaida, la vieja santona que ayuda a Felícito con sus pálpitos y visiones. Cerca del final, ambas tramas convergen y los personajes principales entran en contacto, algo que, de alguna manera, se intuye desde el principio.
Aunque no tiene la complejidad técnica de sus primeras novelas, como Conversación en La Catedral o Pantaleón y las visitadoras, el autor sigue fiel a un estilo propio, al margen de las modas: historias simultáneas, continuas analepsis, diálogos dentro de diálogos sin la voz del narrador y recreación del español hablado en Perú, con una profusa utilización de dialectalismos.
También es posible vislumbrar en El héroe discreto aspectos atípicos en la narrativa de Vargas Llosa. Uno es la utilización del elemento mágico, tan presente en otros escritores hispanoamericanos de su generación. Las figuras de Adelaida, una especie de hechicera que es capaz de presentir desgracias, y de Fonchito, el hijo de don Rigoberto, que tiene el don de entrar en contacto con seres invisibles, no son tratadas por el autor con desdén o ironía, sino con simpatía y, sobre todo, con ambigüedad. El otro es el carácter ejemplarizante del final, que contrasta con el fatalismo presente en otras obras: las dos historias quedan cerradas, el nudo se desenreda, los culpables hacen penitencia y todo parece quedar en el sitio justo.

Pero lo que llama más la atención a un lector atento a la producción del escritor peruano es la sensación de que en esta obra lleva a cabo un ejercicio de reflexión metaliteraria, de que, desde el ocaso de su vida, observa el pasado con melancolía. Quizás el personaje que mejor refleje esta impresión es el sargento Lituma. Secundario y protagonista de multitud de novelas (La casa verde, La tía Julia y el escribidor, ¿Quién mató a Palomino Molero?, Lituma en Los Andes), regresa a su ciudad natal y participa en la investigación de las cartas anónimas. A través de sus ojos cansados, contempla los cambios que han transformado Piura (metáfora de Perú) en una ciudad moderna, con barrios prósperos, y esto le lleva inevitablemente a un ejercicio de añoranza de aquellos años de la pobreza, del polvo, de los techos de calamina, de los prostíbulos, de los inconquistables, donde se forjaron las historias y los personajes de las grandes novelas de Vargas Llosa.

lunes, 24 de febrero de 2014

LA VERDAD SOBRE EL CASO HARRY QUEBERT de Joël Dicker

                                           

PERO ¿QUIÉN MATÓ 
A NOLA KELLERGAN?


Es, sin duda, la novela negra de la temporada. Ya lleva varias reimpresiones en España desde su publicación en junio de 2013 y se han vendido los derechos de edición a multitud de países. Algunos hablan de su autor, Joël Dicker, un suizo de veintiocho años que escribe en francés, como el nuevo Stieg Larsson. Y es que la novela guarda numerosas similitudes con Millennium, la famosa trilogía ideada por el escritor sueco: densidad narrativa, complejidad estructural, tratamiento profundo de los personajes y una parsimoniosa lentitud en el desarrollo de la historia con continuos giros y sorpresas. El protagonista de la obra es Marcus Goldman, un joven escritor al que la suerte ha sonreído con su primera novela. Después de disfrutar durante un tiempo del dinero y de las mieles del éxito, se embarca en otro proyecto literario, pero pronto comienza a sufrir la crisis de la página en blanco. Acuciado por su agente literario y por la editorial con la que ha firmado un férreo contrato, decide refugiarse para encontrar la inspiración en la casa de su maestro y mentor, el escritor de culto Harry Quebert, que vive en Aurora, un pequeño e idílico pueblo de Nueva Inglaterra. Sin embargo, Marcus descubrirá pronto que nada es lo que parece cuando su amigo es detenido por la policía acusado de matar a Nola Kellergan, una adolescente que desapareció treinta años atrás y de la que Harry estaba enamorado en secreto. El cadáver de la muchacha aparece enterrado en su jardín juntó al manuscrito de la novela que lo encumbró: Los orígenes del mal. De ser uno de los escritores más reputados en Estados Unidos, Quebert se convierte de la noche a la mañana en un criminal abandonado por sus colegas y aduladores. Solo permanece a su lado su discípulo, quien, en una carrera contra el tiempo, intentará descubrir, a través de entrevistas con los testigos, qué le pasó realmente a Nola Kellergan al tiempo que va acumulando material para su nuevo libro.

Joël Dicker conoce a la perfección los recursos para atraer la atención del lector, que queda atrapado de inmediato con continuas anticipaciones y cambios de perspectiva, y eso es un mérito teniendo en cuenta que la novela tiene más de seiscientas páginas. Con un número limitado de sospechosos, el autor va sembrando una gran cantidad de pistas falsas que desorientan al lector y lo preparan para un final repleto de juegos de artificio. Además, a una sólida y solvente trama policíaca hay que añadir una visión ácida de la América profunda, repleta de personas de moral intachable que, bajo la apariencia de la honorabilidad, guardan secretos inconfesables. Y todo ello adornado con un exquisito juego metaliterario: con la excusa de que el protagonista es novelista, se hacen continuas e irónicas reflexiones sobre el oficio de escritor, las veleidades del éxito y las miserias del mundillo literario.