Leyendo a Leonardo Sciascia y sus estremecedoras historias sobre la mafia siciliana y la corrupción humana, me ha dado por pensar en los personajes... Mis personajes.
Los melancólicos,
los pesimistas,
la carne de cañón,
las víctimas silenciosas de medradores sin escrúpulos,
los que siempre están en territorio enemigo,
los que carecen de benefactores y de amigos,
los que no son de nadie,
los que aceptan resignados su fatal destino,
los perdedores...
Esos son mis personajes.
Félix Ángel Moreno Ruiz
sábado, 28 de enero de 2017
domingo, 22 de enero de 2017
EL CARMÍN Y LA SANGRE de Montero González
NAZIS Y FLAMENCO
El carmín y la sangre
es el título de la última novela de Roberto Montero González (Madrid, 1965),
que ha sido galardonada con el Premio Ateneo de Sevilla de 2016. Ambientada en
la segunda guerra mundial, cuenta las peripecias vividas por el escritor Ian
Fleming, que años más tarde alcanzaría la gloria literaria al crear la saga de
James Bond, el espía más famoso de todos los tiempos. Fleming, entonces
comandante, aterriza en Gibraltar como miembro del servicio de inteligencia
británico para organizar el espionaje en una zona estratégica. En ese momento,
el régimen de Franco, que acaba de ganar la guerra civil, colabora con los
nazis y, al mismo tiempo, se deja sobornar por los ingleses que quieren evitar
a toda costa la entrada de España en el conflicto del lado de las potencias del
Eje. Además de su labor como espía y militar, el comandante es también un bon vivant que aprovecha cualquier
oportunidad para disfrutar de los placeres de la vida y para conquistar a las
mujeres que se cruzan por su camino. Una de estas es Juana, la Petenera, una
hermosa bailaora con la que mantiene
una tempestuosa relación que le lleva al convencimiento de que, en ocasiones,
el amor ofrece más peligros que la guerra.
Escrita con el estilo habitual de
Montero González, cercano al esperpento (la parte final es apoteósica, digna
del mejor Valle-Inclán), la obra es una acertada mezcla de estampa costumbrista
de la posguerra española y de entretenida novela de aventuras de espionaje.
LOS DURMIENTES de Luis de León Barga
ESPIONAJE A LA ESPAÑOLA
En Los durmientes, del
escritor y periodista Luis de León Barga, nada es lo que parece y la sorpresa
puede estar esperándonos, agazapada, a la vuelta de cada página. Protagonizada
por Rosa, una historiadora que malvive realizando pequeños y poco remunerados
trabajos de investigación, la novela relata sus peripecias cuando una fundación
(de esas que, al amparo de la ley, ocultan siniestras intenciones) le encarga
que escriba las memorias de Jaime Monasterio, un oscuro personaje que, surgido
de las cloacas del Franquismo, había participado en el proceso de transición a
la democracia y que luego fue acusado de espiar para la Unión Soviética.
Después de aceptar el trabajo, se entrevista con su familia y amigos e incluso
viaja a Roma porque Jaime había vivido en la capital italiana durante los
convulsos años cuarenta y cincuenta del pasado siglo. Poco a poco, Rosa va
descubriendo que la línea divisoria entre la verdad y la mentira, entre la
lealtad y la traición, no es tan nítida y que, al igual que los demás pretenden
manipularla, también ella pueda manejarlos a su antojo y en su propio
beneficio.
Profusamente documentada, repleta de interesantes anécdotas sobre
personajes históricos de la época, Los
durmientes relata un episodio poco conocido de la reciente historia de
nuestro país: la participación de periodistas y diplomáticos españoles en la
red de espionaje que organizaron (y siguen organizando) las potencias más
influyentes desde la Gran Guerra.
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