TERROR EN LAS VÍAS DEL TREN
Rachel,
una joven con severos problemas de alcoholismo e incapaz de superar una ruptura
matrimonial, viaja a Londres todos los días en ferrocarril para ir al trabajo.
Durante el trayecto, pasa por su antigua casa (que fue testigo de sus años más
felices junto a Tom, su ex marido) y, como en La ventana indiscreta de Alfred Hitchcock, mata el tiempo
curioseando lo que ocurre en las viviendas cercanas a las vías cuando el tren
aminora la marcha al pasar por las afueras de la ciudad. En especial, le llama
la atención un chalet en el que parece vivir la pareja perfecta. Rachel fantasea
sobre sus costumbres, inventa un nombre para los amantes, una profesión… Sin
embargo, un día, contempla cómo la mujer se besa con un extraño y, tiempo después,
descubre a través de los periódicos que ha desaparecido. A partir de ese
momento, la protagonista se ve involucrada en una trama en la que también ella
parece estar en peligro.
Con la
magnífica El tren de las 4:50 de Paddington
de Agatha Christie como clara referencia, la periodista británica Paula
Hawkins (Zimbaue, 1972) ha debutado en la narrativa con una novela de suspense
que reúne todos los elementos del género (terror, giros continuos en la trama,
juego de apariencias, final impactante) y que, como el mismísimo Stephen King
ha reconocido, es capaz de mantener al lector despierto durante toda la noche.
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