EL JUEGO DE LA VERDAD
El informe Casabona es
la última y esperada novela de Sergio Vila-Sanjuán (Barcelona, 1957) después de
las aclamadas Una heredera de Barcelona y
Estaba en el aire, merecedora esta
última del premio Nadal en 2013. Si en las dos primeras obras se decantaba por
la memoria familiar y la crónica histórica (los años 20 y los 60 del pasado
siglo, respectivamente), con su última producción el escritor catalán inaugura
(según se anuncia en la contraportada del libro) una serie de novelas que, protagonizadas
por Víctor Balmoral, abordarán en el futuro el misterio periodístico con
investigaciones sobre distintos personajes.
En esta primera entrega, se centra en la vida de un rico
industrial y político catalán, Alejandro Casabona, que fallece en extrañas
circunstancias durante una recepción en el palacio real, en presencia de los
reyes. Tras abrirse el testamento, se descubre que, entre sus herederos, se
encuentra una institución dedicada al fomento de la ética empresarial. Su
responsable, antes de aceptar un legado envenenado que podría arruinar su
reputación, decide iniciar una investigación sobre su benefactor para
esclarecer si su trayectoria política y empresarial fue ejemplar o si, por el
contrario, estuvo marcada por la corrupción y el nepotismo. El encargado de
realizarla es Víctor Balmoral, un periodista cincuentón y soltero, que aún vive
en el domicilio familiar (del que está a punto de ser desahuciado) y que
complementa su menguado sueldo como responsable de la sección de cultura de un periódico
local (La voz de Barcelona) con
pequeños trabajos de investigación biográfica. Para llevar a cabo su cometido,
se entrevista con distintas personas que conocieron en profundidad al
empresario fallecido (su exmujer, su actual esposa, sus dos hijos, su yerno, su
hombre de confianza y un amigo de juventud) y bucea en unas memorias que el
anciano escribió sobre un familiar, su querida tía Mery Casabona, a la que
estaba muy unido por ser ella quien se encargó de su crianza y educación tras
quedarse huérfano cuando aún era un niño. A través de estos testimonios (generosos,
unas veces; interesados; otras; subjetivos, siempre), el lector va reconstruyendo,
pieza a pieza, el puzle que conforma la vida del protagonista, con sus luces y
sus sombras, que es también la crónica de unos años y de una generación repleta
de contradicciones, pero valerosa, que contribuyó decisivamente al ocaso de la
dictadura franquista y a la instauración de un régimen democrático en España.
Escrita con un lenguaje pulcro y, en ocasiones, brillante, El informe casabona presenta la novedad
formal de contar la historia a través de testimonios, de manera que el lector
conoce la verdad de forma parcial y sesgada, hasta que, al final, con todas las
piezas, llega a sus propias conclusiones porque Sergio Vila-Sanjuán no demoniza
ni eleva a los altares, no entra en juegos maniqueos, sino que traza un sutil e
irónico retrato de un hombre que simboliza toda una forma (todavía no superada)
de hacer política y dinero, de entender las relaciones sociales.
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