LLUVIA EN OTOÑO
En Los refugios que olvidamos, el poeta
Jesús Cárdenas (Alcalá de Guadaira, 1973) ahonda en temas ya presentes en sus
anteriores poemarios. En el libro, dividido en cuatro partes de desigual tamaño
y con títulos reveladores (“La humedad”, “Hojas secas”, “Anclaje” y
“Sumideros”), están omnipresentes símbolos como el agua en sus diversas
manifestaciones (la humedad, la fuente, la lluvia, los sumideros), las hojas,
las estaciones (especialmente el otoño y el invierno) y el mes de noviembre, hasta
construir un entramado metafórico rico y personal que sirve de soporte a un
universo temático en el que la desesperanza deja paso a la ilusión, en el que
el amor sereno y el deseo de que una relación amorosa no fracase transitan
irremediablemente hacia el ocaso, al adiós sin rencores cuando ya no hay nada
más que decirse. El poemario, matizado por un suave erotismo, fluctúa entre la
esperanza y el desencanto, entre el vaso medio vacío y la aceptación de que la
vida, a pesar de todo, sigue, como en el hermoso “Ante el castillo de Sancti
Petri”, dedicado a la memoria de su madre fallecida. Concebidas sus obras como
un viaje, como una aventura, en esta ocasión Jesús Cárdenas, maduro y sereno,
dueño de la palabra, camina por el libro “cubierto de hojas y mojado como los
bancos de los parques en otoño”, buscando un refugio del que guarecerse de la
lluvia.
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