LOS ORÍGENES DEL JAZZ
El último solo de Budy Bolden, del escritor
venezolano Gabriel Jiménez Emán (Caracas, 1950), es un largo monólogo interior de
setenta y una páginas, en el que su protagonista, el trompetista Budy Balden,
uno de los pioneros del jazz clásico, deja fluir la conciencia para contarnos
su periplo vital: el nacimiento en el seno de una familia humilde, que malvive
en un barrio conflictivo de Nueva Orleans; el descubrimiento de las bandas
callejeras de músicos de color, que amenizaban las fiestas y los entierros; la
adquisición del primer instrumento, que le permite dar a conocer sus cualidades
como trompetista excepcional; sus inicios musicales en los clubes de la ciudad;
el descenso a los infiernos a través del alcohol, las drogas y el sexo; las
palizas de matones y policías corruptos; sus intentos de regeneración y las consiguientes
recaídas. De esta forma, la vida de Budy Bolden se convierte en la crónica de
unos años contradictorios, llenos de optimismo y de ansias de vivir, pero
también de injusticia social y de racismo. Escrito sin puntos y aparte, en una
especie de plano secuencia, en el libro los pensamientos del protagonista aparecen
ante el lector de forma atropellada, sin un ritmo definido, como si se tratara
de una improvisación, de un solo de trompeta, el último de uno de los grandes
maestros del jazz, que es, sin duda alguna, la música popular más influyente en
América durante el siglo XX.
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