CULPA Y REDENCIÓN
Camina la noche es la primera novela de
Álvaro Silva (Vitoria, 1949), traductor e historiador especializado en la
figura de Tomás Moro, de quien ha escrito una biografía y ha editado varios de
sus libros.
La obra, dividida
en tres partes de desigual tamaño, comienza en 1962. Isabel, una joven que
acaba de casarse, llega a casa y coge el teléfono. Al otro lado de la línea, alguien,
un ser anónimo, pronuncia el nombre de su padre, del que apenas sabe nada
porque María, su madre, solo le ha dicho que murió en julio de 1936, cuando
ella aún no había nacido. Antes de que pueda preguntarle algo, el hombre
cuelga. En una abrupta analepsis, la segunda parte se sitúa en el Madrid de los
primeros y tumultuosos días de la guerra civil, y está protagonizada por tres
personajes: Cristóbal Ramos, antiguo seminarista burgalés que ha abandonado su
vocación religiosa para casarse con María Palacios y se ha trasladado con ella a
la capital, donde malviven en una mísero cuartucho alquilado; Julio Espino, un
honesto y, a la vez, ambicioso inspector de policía, que acaba de ser ascendido
por la Dirección General de Seguridad de la República para organizar el
servicio de información; y Sabino Gómez Duval, un sacerdote al que el gobierno busca
para interrogarlo porque lo considera un peligroso quintacolumnista. Estas tres
vidas (en principio, paralelas) se entrecruzan por casualidad y desembocan en
un final trágico cuando uno de ellos sucumbe víctima de la falta de escrúpulos
y de la cobardía de los otros dos. La tercera parte vuelve de nuevo a 1962. Julio
es ahora un prestigioso abogado que se ha afincando en México con su esposa Carmen
y sus hijos, después de ser acogido generosamente por este país tras la
contienda. Allí, un día, un desliz en una conversación con otros exiliados españoles
le lleva a contar la historia de Cristóbal, lo que le obliga a enfrentarse a su
pasado y a un secreto terrible que ha guardado celosamente hasta ese momento.
Siguiendo a su esposa, que ha regresado a Madrid, entra en contacto con María e
Isabel para confesarles toda la verdad y, de esta forma, redimir la parte de
culpa que tuvo en la desaparición de Cristóbal.
Camina la noche es una novela extensa, de
compleja estructura y ambiciosa en su planteamiento, en la que el autor reflexiona,
utilizando un lenguaje muy cuidado y de bella factura, sobre las dramáticas
circunstancias que cualquier persona, por muy honesta que sea, puede vivir (sobre
todo, en situaciones extremas como una guerra) y en las que se ve obligada a
elegir entre la cobardía y el valor, la ética y la ambición, la supervivencia y
el sacrificio. Pero, además, se trata de una hermosa parábola sobre el perdón y
las segundas oportunidades que, a veces, la vida nos regala para poder reparar
el daño que hemos ocasionado.
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