Félix Ángel Moreno Ruiz

lunes, 27 de mayo de 2019

LOS FALSOS DÍAS de Jesús Cárdenas


LO QUE LA REALIDAD ESCONDE


En su último poemario, Los falsos días, el poeta hispalense Jesús Cárdenas (Alcalá de Guadaira, 1973) nos invita a un apasionante viaje por la experiencia de lo cotidiano. Este viaje, como él mismo nos advierte, no es superficial ni frívolo porque de él “ningún alma sale indemne, ningún cuerpo pensado sin rasgar”. Este periplo vital está repleto de peligros (Darkness) que nos acechan al doblar la esquina, de vacíos, de soledades y de rutina, en los que ya se atisban las primeras manifestaciones de decadencia y de ruina, que se combaten buscando, en las noches de tormenta, un relámpago que ilumine la existencia. En el pasar de estos falsos días, hay tiempo para el amor y para el desamor, para lo inefable, para la separación forzada (y forzosa) y para el reencuentro, para la negación más nihilista y para la esperanza de una vida que comienza, para lo misterioso y para lo cotidiano, para el cambio de rumbo y para el eterno retorno, para las miserias y para la desprendida generosidad, para lo prosaico y para el arte: la pintura, el cine, la poesía… Sobre todo, la poesía, que se convierte en la tabla de salvación para el náufrago porque “puede estremecer nuestros pequeños corazones, aprisionar la garganta del agua y detener el vuelo de las palomas”, porque es verdad, una verdad que se nos revela, susurrándonos, “con hurtos perspicaces”.

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