PASOLINI EN ESTADO PURO
Pier Paolo Pasolini (Bolonia, 1922 –
Roma, 1975) es, sin duda alguna, uno de los intelectuales italianos más
influyentes y controvertidos de la posguerra: profesor de universidad, escritor
de ensayos, novelista, pintor, poeta, es conocido mundialmente como director de
cine, faceta en la que nos dejó obras inolvidables y cargadas de polémica por
su extrema violencia (como es el caso de Saló
o los 120 días de la ciudad de Sodoma) o por su provocador erotismo (El Decamerón). En 1973, dos años antes
de su misterioso asesinato en Ostia, presuntamente cometido por un joven
chapero, Pasolini comenzó a escribir para el diario Corriere Della Sera una serie de artículos periodísticos que luego
verían la luz en forma de dos libros póstumos: Escritos corsarios (que ahora publica en castellano Galaxia
Gutenberg con prólogo de Alfonso Berardinelli y traducción de David Paradela) y
Cartas luteranas. Conforman Escritos corsarios cuarenta y seis
artículos que reflejan los temas que preocupaban al intelectual boloñés: el
fenómeno de la aculturación y de la pérdida de identidad de los pueblos, el
consumismo burgués, la literatura contemporánea, el cine, la política o la
religión. Polemista incansable, poseedor de una cultura apabullante y de una
dialéctica impecable, lo mismo ataca con denuedo a la jerarquía de la Iglesia
Católica y a la Democracia Cristiana, que al Partido Comunista italiano, o se
enfrenta con intelectuales coetáneos, por lo que el libro es una excelente
muestra del pensamiento crítico de un autor complejo y contradictorio como
pocos.
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