TRAS LA INFANCIA PERDIDA
Nada más
abrir la última novela de Alfonso Cost (Córdoba, 1963), leemos el verso
encontrado en los bolsillos de Antonio Machado tras su fallecimiento en una
pensión de Colliure ―“Estos días azules y este sol de la infancia”― y la cita
no puede ser más reveladora, no solo del título del libro, Crónica de los días azules, sino del significado global de la obra.
El autor cordobés, uno de los impulsores del grupo Mucho Cuento, es, además de
un prolífico escritor de relatos, crítico literario y novelista. En esta última
faceta, tras publicar en la editorial Almuzara El oro de los dioses (2012), nos entrega ahora un libro que versa
sobre la infancia, los recuerdos, el amor perdido, las últimas oportunidades y
el oficio de escribir.
Óscar
Quintana, el protagonista, es un novelista de cierto éxito que atraviesa una
profunda crisis tanto personal ―su relación con Elena, su pareja desde hace
veinte años, ha encallado en la rutina y el silencio― como literaria pues es
incapaz de continuar la segunda parte de la novela que le ha dado mayor
renombre y que su agente le exige de forma apremiante para cumplir el contrato
firmado con una importante editorial. Sin embargo, todo cambia el día en que se
entera de una terrible noticia: el fallecimiento, en accidente de tráfico, de
una amiga de la infancia que luego fue su primer amor, Marian Claus Balaguer,
una afamada corresponsal de guerra. El trágico acontecimiento trae consigo la
rememoración de unas vivencias que creía ya olvidadas: el paso por el colegio
de La Aduana, pionero a comienzos de los años setenta del pasado siglo en la
integración en el aula de niñas y niños, y en la aplicación de nuevos métodos
de enseñanza. Estos recuerdos y los de su amante fallecida le llevarán a
abandonar el encargo editorial y a comenzar una nueva novela que sacará a la
luz aquellos años que supusieron la entrada en la adolescencia y el
descubrimiento del amor. Con la intención de documentarse, Oscar viaja a
Córdoba desde Madrid, donde reside, y allí visita su antiguo centro y conoce a
la maestra Isabel Sotomayor, jefa de estudios del colegio, que lo ayudará en la
búsqueda del paradero de antiguos alumnos y de Sergio Atienza, un joven
profesor de música que había abierto los infantiles ojos de Óscar a una nueva
forma de entender el mundo. La investigación va complicándose por momentos y
alcanza tintes policíacos cuando el protagonista recibe un paquete con un
cuaderno de Marian, en el que, a modo de diario, su autora hace terribles
confesiones sobre su trabajo como corresponsal.
Crónica de los días azules es una novela de cierta
complejidad técnica, en la que se mezclan tres historias distintas ―la trama
principal, situada en la actualidad, varios capítulos de la nueva novela de
Óscar sobre su paso por el colegio de La Aduana y fragmentos del diario de
Marian― con el fin de conformar un puzle rico y variado, lleno de luces y de
sombras, de las vivencias y recuerdos del protagonista, un hombre a la deriva
que, sin embargo, es capaz de romper con la monotonía y embarcarse en nuevas
aventuras personales y literarias que, aunque no exentas de riesgo, le
permitirán dar sentido a su vida.
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