Félix Ángel Moreno Ruiz

domingo, 6 de octubre de 2019

UN PLAN SANGRIENTO de Graeme Macrae Burnet


GÉNESIS DE UN CRIMEN


La demanda insaciable de series de televisión en las plataformas de pago ha puesto de moda el género del true crime, en el que se recrea un crimen verdadero o la vida de un enemigo público (asesino en serie, miembro del hampa o del narcotráfico). Esta moda no es solo cinematográfica: actualmente salen a la luz numerosos libros en los que, a caballo entre la crónica periodística y la fabulación literaria, y siguiendo el modelo de la magnífica A sangre fría de Truman Capote, se investigan los casos más famosos de los anales del crimen. La editorial Impedimenta, que ha publicado este año La poeta y el asesino de Simon Worrall, sobre las andanzas del falsificador mormón Mark Hofmann, nos presenta ahora en Un plan sangriento (subtitulado El caso Roderick Macrae) un falso true crime ambientado en Hielands, las tierras altas de Escocia. En los primeros años de la segunda mitad del siglo XIX, un adolescente se declara culpable del asesinato, aparentemente sin motivos y utilizando altas dosis de violencia y de crueldad, de tres miembros de una misma familia, dos de ellos menores de edad. A partir de los testimonios de diversos testigos, de la confesión del reo, de los informes médicos, de las autopsias y de las crónicas de los periódicos que siguen la evolución del caso (detención, juicio y sentencia), el lector va descubriendo la verdad de los hechos y los motivos que condujeron a Roderick a cometer los homicidios.
Publicada originalmente en inglés en 2015, Un plan sangriento es la segunda novela del escritor escocés Graeme Macrae Burnet (Kilmarnock, 1967), quien con su ópera prima, La desaparición de Adèle Bedeau, recibió el favor del público y de la crítica, lo que le ha llevado a escribir recientemente una secuela: El accidente en la A35.
En aras de la verosimilitud, el protagonista de la novela que ahora nos ocupa lleva el mismo apellido que el autor, quien juega, como hizo Cervantes en la primera parte de El Quijote, a ser el mero transmisor y corrector de un manuscrito que ha caído en sus manos: el relato del asesino, quien lo escribe durante su estancia en la cárcel a petición de su abogado. Acompañan a este relato diversos documentos de distinta naturaleza (periodísticos, jurídicos, médicos, testimonios orales) que conforman las piezas del puzle que el lector debe unir por su cuenta para comprender la historia en su totalidad.
Un plan sangriento es mucho más que la crónica de un crimen que bien pudo haber ocurrido: a lo largo de sus páginas, Graeme Macrae nos invita a conocer la realidad de la Escocia de hace un siglo y medio, el sometimiento de su población al caciquismo medieval, la pervivencia de supersticiones de origen celta, la connivencia de la iglesia presbiteriana con el poder y la presencia de un ancestral patriarcado que ahoga las ilusiones de un muchacho sensible e inteligente.

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